En Fitness Life, sabemos que cuando empezás a entrenar con constancia y empezás a ver resultados, una de las dudas más comunes que se te puede presentar es: ¿debo descansar o seguir entrenando todos los días? Y es completamente lógico. A veces aparece el miedo a perder todo lo que ganaste, a perder el ritmo o incluso a fallarte a vos mismo. Pero acá vamos a contarte la verdad: descansar también es entrenar.
¿Por qué es fundamental el descanso?
Porque tu cuerpo lo necesita. Así de simple. No se trata de ser flojo o de aflojar con la disciplina. Al contrario, el descanso es parte esencial del proceso de crecimiento físico. Si no le das a tu cuerpo el tiempo necesario para recuperarse, podés llegar al agotamiento, a la desmotivación o, peor aún, a una lesión.
Algunos de los efectos negativos de no descansar lo suficiente incluyen:
-
Lesiones musculares (como desgarros o roturas)
-
Fatiga crónica
-
Pérdida de rendimiento
-
Mal descanso nocturno
-
Presión arterial elevada
-
Problemas hormonales y metabólicos
En cambio, cuando respetás los tiempos de recuperación, tu cuerpo se fortalece, tus músculos se desarrollan y tu rendimiento mejora. Incluso cuando el objetivo es bajar de peso, el descanso ayuda a que tu metabolismo funcione correctamente.

¿Cada cuánto conviene descansar?
No sos un deportista de élite. No vivís de entrenar. Y por eso no tenés que entrenar todos los días. Los atletas profesionales cuentan con masajistas, fisioterapeutas, nutricionistas y rutinas de descanso estrictas. Vos tenés otros ritmos, otros objetivos y una vida que equilibrar.
Entonces, ¿cuál es la fórmula ideal?
-
Si hacés entrenamiento de fuerza o fitness: 4 días de entrenamiento por semana, 2 días de descanso activo y 1 día de descanso total.
-
Si tu foco es el cardio o bajar de peso: descansá activamente un día entre dos de entrenamiento, y dejá un día completo para recuperarte.
Una rutina posible sería entrenar lunes, miércoles, viernes y domingo; hacer descanso activo martes y jueves; y dejar el sábado como descanso completo. Pero podés adaptarlo a tus tiempos y energía.
¿Qué es el descanso activo?
El descanso activo es una forma de seguir en movimiento pero sin exigirle tanto al cuerpo. No se trata de quedarse quieto, sino de hacer una actividad liviana que favorezca la recuperación y mantenga el ritmo.
Algunas opciones para esos días:
-
Caminar o hacer senderismo
-
Trotar suavemente
-
Yoga, pilates o tai chi
-
Bailar
-
Jugar en equipo con amigos (fútbol, voley, etc.)
Estos ejercicios mantienen tu cuerpo en movimiento pero bajan la intensidad, lo que permite que te sigas sintiendo bien sin sobrecargarte.

Tips para descansar mejor después de cada entrenamiento
El descanso no empieza solo cuando dejás de entrenar por un día. También es clave cómo te recuperás tras cada sesión. Acá van algunos consejos prácticos:
-
Hidratate bien: después de entrenar, reponé líquidos y electrolitos.
-
Estirá: dedicá unos minutos a estirar bien cada grupo muscular.
-
Dormí al menos 8 horas por noche: el sueño profundo es clave para la regeneración muscular.
-
Comé bien: una dieta equilibrada te da energía para el día y ayuda a la recuperación.
-
Respirá y relajate: técnicas de respiración y relajación bajan el estrés y tensiones musculares.
-
No mezcles cardio y fuerza intensiva el mismo día: si lo hacés, esperá al menos 12 horas entre ambos.
Escuchá a tu cuerpo
No todos los días vas a sentirte igual. Y eso está bien. Aprendé a identificar si estás cansado, sobreentrenado o simplemente con poca motivación. Aprender a descansar también es aprender a conocerte.
Así que la próxima vez que alguien te diga “no hay que parar”, contales que parar es seguir, pero de manera inteligente. En Fitness Life, estamos convencidos de que un entrenamiento bien equilibrado, con sus momentos de pausa, es la clave para sostener un estilo de vida saludable a largo plazo.
No es debilidad. Es estrategia. Es autocuidado. Y sí, también es parte del progreso.

